En 1995, actué por última vez con mi banda de Rock, "A media distancia". Con mis compañeros pasé cinco años en los que compuse una cantidad notable de canciones pero sobre todo fueron cinco años de camaradería, de experiencias vividas, muchas de éstas maravillosas, como la inolvidable gira en Francia en el desaparecido festival Eurock de 1991 y las infinitas actuaciones en directo donde en algunos casos llegamos a sentir el cariño de un numeroso grupo de seguidores que nos acompañaba en Barcelona. Otras, amargas y tristres, como la debilidad generada por la incertidumbre que provoca la juventud mezclada con las ganas de triunfar, a veces a cualquier precio, lo que nos llevó a fragmentar la banda en dos ocasiones.
"A media distancia" se formó una tarde de 1990. Cada uno de nosotros veníamos de otras formaciones, de distintos estílos de música. El mundo del Heavy-Metal dominaba el pequeño universo de las bandas barcelonesas de aquella época, tendencia de la que procedían dos de los componentes del grupo, lo que me obligó de alguna forma a convivir con este estilo, que no me desagradaba, a pesar de mi indudable influencia más cercana a la tradición americana del rock and roll, el country-folk (Springsteen, petty, Dylan, Presley, Diamond…) o la psicodelia de los sesenta y setenta (The Doors, Velvet Undergraund, Bowie…) convirtiéndose esta mezcla de estilos en un hecho fundamental en el sonido y sobre todo en el estilo de la banda.
Por ello no fue casual que a Agustín Bayona, guitarrista y fundador junto a mí de "A media distancia", lo conociese una noche en el desaparecido Cómix, un bar de Noubarris, barrio barcelonés, punto de encuentro de gran parte de los músicos de heavy de aquella época y en donde era habitual que se organizaran concursos de guiarra o batería a pesar del pequeño tamaño del recinto.
Pero la verdadera génesis de "A media distancia" habría que situarla casi dos años antes, a finales de 1988, en el instituto donde estudiaba (con poco éxito por cierto), la Escuela Industrial de Barcelona y en donde conocí a Jordi Galera, más tarde batería de "A media distancia". Aún recuerdo el momento en el que camino de una clase en donde debía entregar unas láminas de dibujo para ser evaluadas, escuché a un grupo de gente, del mismo instituto, tocando en otra aula. Al asomar la cabeza vi a tres chicos enmarañados en un tema de Def Leppard, creo recordar, dos a las guitarras y uno a la batería, que era inclementemente aporreada con mucho estilo por Jordi, rodeados de un grupo de oyentes. Él intuyó mis ganas de tocar algo junto a ellos y me invitó a hacerlo. Cogí una de las guitarras que se me ofreció y sin mediar palabra empecé a tocar los acordes de "It´s only love" de Bryan Adams. El extraño embrujo del Rock hizo que escogiera un tema que Jordi conocía perfectamente (esta canción pertenece a un disco de1984, "Reckless", álbum que por aquellos años fue una gran influencia para los que empezábamos).
Desde aquel momento nuestras trayectorias se unieron, aunque intermitentemente, dando paso a una colaboración que ni el tiempo ni los momentos difíciles ha podido borrar. Así pues, diferentes proyectos y formaciones, sumados a mi incontrolable deseo de escribir mis propias canciones, desembocaron en la creación de "A media distancia".
Después de varios cambios y de idas y venidas en el grupo, A Media Distancia quedó constituida por, Agustí Bayona (guitarra), Dani Peña (Bajo), Víctor Lozano (guitarra) Jordi Galera (batería) y yo, Ignasi Vidal, (voz, algunas guitarras y armónica). Como dije antes, tocamos en directo en todos los garitos y salas de concierto de Barcelona en las que una banda pudiese tocar en la época, pero de todos los conciertos me quedaría con la primera vez que actuamos en la mítica sala KGB, recientemente desaparecida , la también mítica sala Comuniqué, conocida en la época por tener una columna justo delante del escenario y la sala Mephisto. Esos conciertos fueron momentos importantísimos para el grupo pues nos dieron cierta fama, en el mundillo de la música local, de banda con un directo contundente y prometedor futuro. Hubo otros también importantes como las dos veces que tocamos en la conocida sala Zeleste (con Z, hoy Razzmatazz) en la que teloneamos a Littele Angels y a los míticos Wishbone Ash o la actuación en la plaza de toros de Huesca teloneando también a los no menos míticos Saxon, todo ello gracias al apoyo y confianza que tenía en la banda el promotor de conciertos Robert Mills, británico afincado en Barcelona.
Mis inquietudes como compositor y un enorme potencial para compenetrarnos como banda nos llevó a tener un amplio repertorio. Fruto de una casualidad una de nuestras maquetas llegó a manos del Director de EMI- Hispavox en Barcelona, Alfredo de Jesús. Corría el año 1993 y nos encontrábamos en la antesala del éxito, lo que en aquella época significaba firmar con una gran Discográfica.
Uno de los desafíos de nuestra carrera fue el concierto que con motivo del interés de EMI- Hispavox por "A media distancia" se organizó en la hoy desaparecida sala Gent Stones, en donde actuamos ante una sala llena de oyentes entregados a nuestro Rock contundente de melodías pegadizas. Los misterios de la vida y la crisis económica post olímpica hizo que EMI finalmente apostara aquel año por un solo proyecto, escogiendo por ello a otra banda Barcelonesa, El Fantástico Hombre Bala. Aquel hecho nos desmoralizó como grupo, que ya no conservaba ni siquiera su formación original y aunque seguimos tocando hasta 1995, la negativa de EMI supuso el declive definitivo de "A media distancia".
Por otra parte, yo andaba liado con mis estudios de interpretación y mi actividad profesional como actor acabó eclipsando y casi sepultando mi principal ocupación de aquellos años que no era otra que la composición.
Puntualmente trabajé en otros proyectos discográficos, siempre dentro del Rock, como por ejemplo el disco en solitario de Pablo Puyol, “Déjame”, donde compuse junto a Marc Álvarez la mayor parte de los temas del álbum.
El resto de miembros de "A media distancia" siguieron diferentes caminos. Agustí Bayona se dedicó casi por entero a su trabajo, tocando de tanto en tanto en pequeños proyectos. Dani Peña es un habitual músico de teatro musical, que coincidió conmigo en Jesucristo Superstar y ahora en Póker de Voces. Jordi Galera y Víctor Lozano(alias Hugo Toscano) tuvieron mayor gloria pues fueron batería y guitarrista de una de las grandes y más exitosas bandas de los últimos años en el panorama nacional, Los Elefantes.
Pasaron los años, me fui a Madrid y mi carrera como actor creció hasta el punto de dejar mi pasado en una especie de nebulosa, casi olvidada de la que hablaba poco o más bien nunca, hasta que a mi regreso a Barcelona con motivo del estreno de "Los Miserables", me encontré con César Cisneros, amigo y antiguo colaborador de A Media Distancia como ingeniero de sonido y que ahora es dueño de “Feel Back”, un estudio de grabación de los de antes. Fue él quién me animó a recuperar esos temas compuestos, muchos de ellos, veinte años atrás con el pretexto de que no podían quedar en el olvido.
Después de muchos días de reflexionar sentí que si daba el paso de encerrarme en el estudio con mis compañeros de "A media distancia" para grabar el disco que no pudimos grabar dieciocho años antes conseguiría cerrar una herida que quedó abierta, y pensé que una parte de mi vida, la de los primeros instintos creativos, aún latente, quedaría perfectamente justificada.
Por fin, después de tantos años, diecisiete concretamente desde el último concierto, conseguí que los componentes de aquella aventura nos reuniéramos en una mesa para contarles mis planes. Las caras de incredulidad eran patentes pero a la vez la ilusión flotaba sobre nosotros como un espíritu santo en una extraña ceremonia casi religiosa.
Sentí que los puentes que tendimos en el pasado seguían intactos. No hacía falta hablar demasiado. A veces los silencios dicen más, mucho más que las palabras y a lo largo de la velada los hubo, pues todos sabíamos, a pesar del tiempo transcurrido, cómo de importante era rematar la faena que empezó una tarde de 1990. Creo que todos sentimos esa energía oculta, casi baptismal que tiene el Rock, por mayor que se haga uno, a pesar de las canas o tal vez gracias a ellas.
Amigos, os anuncio aquí, en este blog, que el próximo mes de Febrero entraremos en “Feel Back”, para grabar el álbum de "A media distancia". Aún no sé cuántos temas de aquella época seleccionaremos para el disco, pues estoy componiendo casi al mismo ritmo que cuando tenía veinte años, pero seguro que lo que salga tendrá ese rabioso aire del Rock & Roll al que nos entregamos cuando éramos adolescentes, fanáticamente y con la misma intención, la misma frescura y sobre todo la misma ilusión que entonces.
Long live Rock & Roll
Salud amigos