Resumen
El teatro no tiene una fecha cierta para su regreso a la normalidad. Su suerte dependerá de la aparición de una vacuna contra la peste del siglo XXI. Analizamos las crisis del coronavirus en las grandes ciudades en el mundo de los musicales.
Broadway
La suerte de los profesionales del mundo del teatro musical, choca con la posibilidad de que el gobierno de Donald Trump tenga la voluntad de ayudar a una comunidad devastada. Pero ni Trump parece muy aficionado al teatro, ni el Senado, controlado por republicanos, tampoco parece el lugar ideal para arrojar un salvavidas financiero al sector de izquierdas de las artes liberales. No ayudó mucho, que durante el mandato del Presidente, no han dejado de hostigar y burlarse de Trump desde su llegada a la Casa Blanca.
Tampoco parece probable, que llegue ayuda local: El estado de Nueva York, y la ciudad de Nueva York, enfrentan déficits presupuestarios masivos provocados por el coronavirus.
Las posibilidades de que Broadway obtenga un rescate son escasas o nulas.
Charlotte St. Martin
Presidenta de la asociación nacional de comercio The Broadway League
Números de Broadway
Broadway recaudó 1.800 mil millones de dolares en entradas durante 2019. Todo un récord. Y dio trabajo a 97.000 personas. Broadway nunca ha estado cerrado tanto tiempo. Este será su quinto mes. Desempleo total. Y nadie sabe hasta cuándo.
O aparece una vacuna, o hacemos que las personas se sientan seguras para volver a los teatros y sentarse unos al lado de otros. La situación ha empujado a miles de actores, coreógrafos, sastres, o vendedores entradas a buscar trabajo alternativo en un mercado laboral destruido.
Posibles soluciones
De este modo, la única forma de reabrir, es hacerlo de una forma extra segura. Existen planes para evaluar a los actores y equipos antes de cada espectáculo. Se pueden vender entradas virtuales sin contacto físico. Es posible equipar los sistemas de aire acondicionado o de calor con mejores filtros. Incluso los miembros de la orquesta pueden tocar a una distancia social entre ellos. Incluso, los productores también discuten la posibilidad de montar más espectáculos para menos personas.
Sin embargo, aun con esas medidas, los números no cuadran. Crear un espectáculo, por pequeño que sea, es inviable si no llena la sala. Y a eso debe sumarse, que serán imprescindibles los descuentos en las entradas, para volver a atraer al público. Y que el público se muestre dispuesto a ir sin miedo.

En Reino Unido, los teatros cerraron el 16 de marzo. La industria sufre un duro golpe. Se paraliza. Varios teatros regionales se declaran en bancarrota. La reapertura limita a operar al 30% -40% de la capacidad.
Además, el turismo internacional es inexistentes en este momento. Hay muchas cosas que deben producirse antes de que un espectáculo importante pueda reabrir. Según un informe reciente de la Federación de Industrias Creativas, se proyecta que el coronavirus le costará al sector del teatro inglés alrededor de 3.800 millones de dolares en ingresos, con hasta 70% de los empleos perdidos.
La investigación ha sido realizada por UK Theatre y la Society of London Theatre, que actúa en nombre de 230 productores, propietarios y gerentes de teatros con sede en Londres. Su estudio indica que alrededor de 70% de los teatros se quedará sin dinero a finales de 2020. Aunque el gobierno entregó un paquete de ayuda de 1.900 millones para las artes a principios de julio, el sector aún espera una señal clara sobre las fechas de reapertura.
Incluso con más medidas de seguridad, los artistas están preocupados: Regresar al trabajo podría ser demasiado arriesgado. Los bastidores son estrechos. Los camerinos suelen ser compartidos. El vestuario es ajustados, lo que requiere que los diseñadores estén cerca de los actores. Dependiendo del espectáculo, los actores cantan, besan y pelean todas las noches, actividades que son difíciles de manejar a un metro de distancia.
Lloyd Webber propone una solución
El célebre Andrew Lloyd Webber presentó un ambicioso plan el mes pasado para salir de eta crisis del coronavirus y reabrir uno de sus propios lugares, el London Palladium. 2.300 asientos, sin distancia social.
El compositor de “Cats” y “El fantasma de la ópera” ha instalado medidas de seguridad por valor de 300.000 dólares:
Sensores térmicos, pomos de puertas autolimpiantes y arcos cargados de desinfectante.
Tenemos que toma la iniciativa nosotros mismos, la gente de teatro.
Somos nosotros los que tenemos que buscar la forma de reabrir el teatro en lugar de sentarnos a llorar y decir:
Oh Dios, ¿Nos dará más dinero el gobierno?
¿Por qué no imprime más billetes para nosotros?
Andrew Lloyd Webber.
En España hemos comenzado a abrir tímidamente. Estos son los espectáculos que ya puedes ver.