Resumen
Crítica de la comedia Taxi. Teatro Maravillas de Madrid.
Intérpretes: Josema Yuste, Ignacio Nacho, Santiago Urrialde, Esther del Prado, Maribel Lara y Javier Losán.
Dirección y Versión: Josema Yuste; Alberto Papa-Fragomén
Autor: Ray Cooney
Escenografía: Ana Garay
Iluminación: Carlos Alzueta
Producción: Cobre Producciones, Olympia Metropolitana y Nearco Producciones
Largas giras, y tres temporadas en Madrid. Dos en el Teatro La Latina. Esta última en el Teatro Maravillas. «Taxi» es una comedia escrita por el dramaturgo londinense Ray Cooney. Todo un éxito de taquilla, crítica y público. 12 años en el West End de Londres. Otros tantos en famoso Broadway de Nueva York. ¿Quieres saber la clave de este exitazo? Lee atentamente.
Sinopsis de Taxi
El protagonista de «Taxi» es un taxista. Parece un hombre de casa, con una vida tranquila, algo monótona pero aparentemente feliz. Nada más lejos de la realidad: Rafa, el taxista, es bígamo. Un hombre con dos esposas, que aprovechando su profesión de taxista se inventa unos horarios y toda una rutina de mentiras para poder llevar una vida cotidiana y así disfrutar en pareja, de sus dos esposas.
Ellas, no se imaginan siquiera de la existencia de la otra. Rafa, tiene todo tan bien montado que el día a día conyugal no le representa ningún problema. Una de sus mujeres cree que el trabaja de noche y la otra que trabaja de día.
Todo va sobre ruedas. Hasta que se cruzan en su camino Falete, un bolso y un golpe mortal. A partir de entonces su vida se convierte en un mar de mentiras y excusas para que una esposa no conozca la existencia de la otra.
Y todo ello, aderezado con la inestimable ayuda de amigo y vecino Alfonso. Un aficionado a la marihuana y otras sustancias, que complicará cada vez más la situación con nuevas mentiras.
El libreto de Ray Cooney
Ray Cooney escribió «Taxi» en 1983 y la obra se estrenó ese mismo año en el Shaftesbury Theatre; se representó de manera ininterrumpida durante once años en el West End de Londres y en su reparto, que llegó a cambiarse más de una veintena de veces durante ese período, estuvieron los cómicos más reputados de Inglaterra. La comedia también dio el salto a Broadway y a todo el mundo, donde ha contado con más de 500 producciones y ha sido traducida a 35 idiomas.
Algún erudito opina que en conjunto, esta adaptción no está a la altura del «Taxi» que durante once años deleitó al público de todo el mundo. Nuestra opinión, es que si te gustan las buenas comedias, no te la puedes perder.
Josema Yuste dirige, produce, interpreta,…
El polifacético Josema Yuste ha llevado el guión donde él se encuentra cómodo. A la caricatura del personaje, donde maneja las bromas con maestría. Donde sabe que tiene el éxito asegurado. Pero ha robado al personaje su credibilidad, el momento dramáticamente divertido. Rafa se esconde tras balbuceos, gestos y sonidos (sobradamente utilizados en sketches de televisión con Martes y Trece). Lo cual da la sensación de que el personaje no tiene temores, y se burla de todo. Aún así, es un genio de la dicción, de la palabra rápida y de la diarrea verbal.
La interpretación más cómica, en cambio, no es la de Yuste. Sino la de su vecino Alfonso, interpretado por Ignacio Nacho. Él lleva el peso de la parte más clown. Y el éxito habría sido mucho mayor, si los gestos, ruidos y balbuceos hubiesen llegado sólo de la parte de este personaje. Aquí debía residir la parte más payasa. Y en el personaje de Rafael, dejar el humor victimista. Por cierto, todo un descubrimiento Ignacio Nacho, su vis cómica y su fascinante expresión facial. Divertidísimo.
Santiago Urrialde sigue su línea de interpretación habitual y maneja los mismos recursos desde hace varios años, pero le funcionan. El público los entiende y se divierte. Javier Losán también está muy bien. Un poco menos de Colombo, quizás, liberaría al personaje. Buena interpretación también de Esther del Prado y Maribel Lara, a pesar de ese pacto final poco creíble.
Conclusión: Crítica de la comedia Taxi
Clásica comedia de enredos que provoca carcajadas. Apuesta por un ritmo rapidísimo, lo que a veces provoca que te pierdas el siguiente chiste. Las interpretaciones demasiado caricaturescas, a veces algo infantiles.
Pero la trama de esta obra de teatro es tan buena, y el libreto está tan trabajado, que se convierte en la clave del espectáculo. Es una comedia blanca, atemporal, sin mensaje. Su único objetivo es divertir y entretener. No hay nada más.
Esperamos que este Taxi nos dure muchos años.
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