Un día en la vida de Rosa Fría.
Teatro Lara. Madrid.
María Gago:Voz
Ester Rodríguez: Bajo y Voz
Robbie K. Jones : Cajón y Voz
Ger Toal: Violonchelo
Alberto Mate: Guitarra y Voz
Crítica de Susana Inés Pérez.
Un día en la vida de Rosa Fría: poesía y música para todos los públicos
El pasado 10 de febrero La fantástica banda presentó Un día en la vida de Rosa Fría, su nuevo espectáculo poético-musical, dirigido especialmente a los más pequeños de la casa.
Alberto Mate aparece con su guitarra y presenta a sus compañeros de banda: Ger Toal, Ester Rodríguez y, por último, María Gago, la cantante y narradora de este cuento. Gago, vestida con camiseta de rayas, desprende energía y ganas. La cantante conversa, entre canción y canción, con los más pequeños del público, que enseguida conectan con ella y se animan a participar con palmas.
El hilo del espectáculo será la rutina diaria de una niña llamada Rosa Fría, desde el momento en que se levanta hasta que se va a la cama. Gago narra y dramatiza los diferentes momentos del día, acompañándolos de poemas hechos canción. Mientras tanto, en una pantalla grande, van apareciendo ilustraciones que han sido realizadas por dos niñas, como se revelará al final de la función. La temática de cada una de estas canciones está relacionada con los hábitos de la niña protagonista. Si desayuna tostas con miel, la letra de la canción que sigue contendrá este elemento reconocible a los más pequeños, que no pierden detalle; en este caso, se tratará de la «Cancioncilla sevillana» de Lorca, cuyo estribillo dice: «¿Dónde estará la miel?».
Cuando Rosa Fría se despista en la escuela mirando por la ventana a una mariposa, suena el poema «Mariposa» de Lorca hecho canción, en la voz de Gago; cuando ve a dos señores corriendo, cantan el poema “Corredor” de Lorca; cuando llueve, el poema “Lluvia” de Gerardo Diego, y cuando obtiene un mal resultado, suena, en un canto al optimismo, el poema «Con dos ceros» de Gloria Fuertes. Y así sucesivamente en cada momento de su día, a partir de lo que Rosa Fría vive y observa, hasta llegar a la noche. Para finalizar la función, suena «Si la luna fuera espejo» de Gerardo Diego y el poema «Rosa Fría patinadora de la luna» de Rafael Alberti, que da título al espectáculo y, posiblemente, inspiró su creación.
La fantástica banda combina diversos estilos y géneros musicales, sin salirse del marco de la canción infantil. Quizá este eclecticismo se deba, en mayor o menos medida, a que sus miembros han nacido en diferentes países. Como grupo, poseen una gran intuición y capacidad a la hora de componer piezas musicales adaptadas a cada uno de los poemas y cancioncillas, conservando su tono y ritmo. La banda también potencia los juegos de palabras y el factor lúdico de poemas como «Pipirigaña» de Gabriel Celaya, que pone la banda sonora a los juegos del recreo en la escuela de Rosa Fría y, además, se atreve a experimentar con melodías de corte étnico, como sucede en el caso de la canción basada en el poema anónimo de «Axa, Fátima y Marien»; en mi opinión, una de las composiciones más originales y bellas del recital.
Un día es la vida de Rosa Fría es un proyecto vibrante y lleno de vitalidad al que auguro larga vida; un trabajo coral y de equipo importante, que busca tener en cuenta y potenciar la capacidad creadora del niño; un homenaje a los poetas, que preserva la inocencia de sus obras, sin prescindir de la diversión y el juego; una iniciativa festiva que cuida cada detalle del repertorio para acercar la poesía, la música y el gusto por las artes a los más pequeños, incorporando en escena sus creaciones y visión de la historia y del mundo. Gago es una maravillosa cuentacuentos, de voz dulce y potente, capaz de expresarse con entusiasmo y elegancia, conectando a su vez con cada uno de los miembros de la banda, con los que comparte gran complicidad. Sin duda, un espectáculo de calidad que hará las delicias de niños y de los mayores juguetones que quieran acompañarlos.