El maestro y el alumno deprimido

Ignasi Vidal

En pleno exitazo de "Los Miserables" en Sevilla, un suceso inesperado se ha convertido en lo que considero el mayor logro artístico de toda vida.

La gente de Teatromínimo de Sevilla, seleccionó hace ya un par de meses mi texto “El maestro y el alumno deprimido”. Las casualidades de la vida hicieron que coincidiera la programación de mi obra con mi estancia con "Los Miserables" en la capital hispalense, lo cual me dio la oportunidad de dirigirla.

El maestro y el alumno deprimido” es un mini musical de dieciséis minutos de duración, con música original de Santi Martínez que desliza una mirada crítica al mundo que nos envuelve en general y a las artes escénicas en particular, siempre con mucho humor.

Que vivimos en un mundo cargado de frivolidad ya lo sabemos, pero ¿cómo de frívolos podemos mostrarnos ante una inminente desgracia que amenaza con acabar con todo rastro de vida en la tierra?, parece que la historia ha sorprendido a muchos espectadores que en el primer fin de semana de exhibición han llenado la sala para sorpresa de los que participamos en el proyecto.

Un texto teatral no queda concluido hasta que se pone en pie con actores y actrices, y para este texto mío he contado con una compañía de lujo: Rafa Reaño, Celia Vioque y el mismo autor de la música Santi Martínez.

Los tres han dado vida a los personajes de esta mini comedia musical, poniendo su talento al servicio de mi pervertida propensión a la sátira.

En los dieciséis minutos que dura este mini musical el público no se cansa de reír. Qué mayor regalo éste para cualquier comediante, de modo que amenazamos con llevar nuestra locura a otras partes del país.

Un deprimido alumno de canto, ante un terrible suceso que amenaza a nuestro planeta, le cuenta los sinsabores de su frustración artística a su dócil y conformista maestro. La aparición de Laura, alumna también del apocado maestro, da un repentino vuelco a la situación.

Aparte del inmenso talento de Santi Martínez que ha escrito la música, he tenido la suerte y el placer de contar con una de las mejores coreógrafas y artistas que he conocido jamás, Isabel Vázquez, así que, este maestro y sus alumnos, como mínimo, gracias a sus directrices, se mueven con mucha originalidad y gracia.

Es difícil hablar del trabajo de uno mismo, por eso no me voy a extender demasiado. Me quedo con el éxito que ha supuesto para nosotros el haber llenado los seis pases que hemos exhibido el pasado viernes y sábado y con las muchas reservas que se están haciendo para ver nuestro mini musical en los dos próximos fines de semana en los que se representará.

Una cosa sí puedo constatar ya: es como director de mis propios textos como mejor me siento, así que pronto volveré a la carga.

El por qué dirigir me fascina tanto, intuyo que es sencillo, pues mientras me ocupo de que los actores digan sus textos con claridad y se muevan con naturalidad sobre las tablas, me olvido completamente de mí. Es como si no tuviera más personalidad que la de cada uno de los personajes que tengo delante. Pura magia.

Mientras, aquí tenéis (aquellos que vivís en Sevilla) un mini musical que aspira a haceros reír y también a reflexionar sobre qué vale más la pena; si lamentarse de nuestra mala suerte o revelarse a la adversidad por descomunal que esta sea.

Sólo me queda agradecer a la gente que ha llenado y parece que llenará el próximo fin de semana el bellísimo local de la calle Regina número 8, por haberse tomado la molestia de acudir a ver mi mini musical “El maestro y el alumno deprimido”.

Salud amigos.

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