El máximo responsable del Teatro del Liceo de Barcelona ya no será un político. Así lo decidió ayer el Patronato de la Fundación que gestiona el teatro barcelonés, en una reunión en la que se acordó modificar ese punto de los estatutos para que el cargo de máxima responsabilidad del teatro sea ocupado por un profesional con experiencia en la gestión empresarial y con una vinculación estrecha con el mundo del teatro.
Ése no fue, sin embargo, el único cambio decidido ayer por el Patronato. La persona que se elija para presidir el Patronato también se encargará de presidir la Comisión Ejecutiva del mismo y lo hará, además, sin remuneración y durante cinco años. Se ha tratado de dar continuidad así a una administración que, hasta ahora, se repartían a razón de un año cada una la Generalitat de Cataluña, el Ministerio de Cultura, el Ayuntamiento de Barcelona y la Diputación.
Con la introducción de estos cambios, que deberán ser aprobados el próximo mes de septiembre, el Presidente de la Generalitat pasará a ocupar la Presidencia de Honor del Patronato y el resto de representantes políticos de cada una de las administraciones antes mencionadas ocuparán las Vicepresidencias de la Fundación.
El Patronato también aprobó el plan director para las próximas cinco temporadas del Teatro del Liceo, que carecía de un marco de actuación desde 2009, cuando caducó su contrato programa. El plan aprobado ayer aspira a un incremento de los ingresos propios del Teatro, hasta lograr que representen el 60% del presupuesto y a una reducción de los gastos, que habrán de reducirse en ocho puntos para la temporada 2016-2017.
Con estos proyectos, el Patronato del Teatro del Liceo busca asegurar la viabilidad económica de la institución, que ha sufrido duramente el recorte de la inversión pública y la reducción de los patrocinios privados y que tuvo que presentar hace unos meses un ERE que, finalmente, fue retirado.