Arturo Férnandez. Presume de ser de Gijón, Asturias. Actor, productor, director y autor de sus propias obras de teatro. Más de 100 títulos cinematográficos. Una carrera plagada de premios, entre ellos Premio del Sindicato Nacional del Espectáculo (1961), Premio Nacional de Teatro »Pepe Isbert» (2003), Micrófono de Oro (2003 y 2011) Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2003), Premio La Casa del Actor (2013), Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo (2013) o Premio Butacas de Oro (2017). Y muchos más.
Es el galán por excelencia. Nadie resiste el tiempo mejor que él. 89 años y sigue sobre las tablas.
Una entrevista de Juanjo García.
Teatro a Teatro: Decía mi padre, ex-jefe de clá, que el suyo era un caso especial en el teatro español porque era el único actor al que le escribían todas las obras a su medida. ¿Esto es cierto?
Arturo Fernández: No creo, Juanjo, que fuera exactamente así. Y me resulta difícil llevar la contraria a su padre. Porque un jefe de clá sabía de teatro más que nadi Creo más bien que algunos autores de alta comedia encontraron en mí la flexibilidad que el género requiere.
Teatro a Teatro: ¿Cómo se consigue ser el galán de las obras durante tantos años (aparte de por la percha)?
Arturo Fernández: Teniendo al público, al espectador, como prioridad absoluta. Pensando en él a la hora de elegir el texto, el reparto, la música, el vestuario, el decorado, etc…
Teatro a Teatro: Alta seducción trata de eso, de la seducción. ¿Qué es para usted la seducción?
Arturo Fernández: Un personaje, una situación y unos diálogos creados por un autor. No sé lo que es la seducción en la vida personal.
Teatro a Teatro: ¿Qué trágico que esta obra no llegase al cine por la muerte de Pilar Miró, verdad?
Arturo Fernández: Sí, lo fue. Y cada día al subirme al escenario de Alta Seducción pienso en ella. Se enamoró de esta comedia. Una súper mujer. Un súper ser humano. Una pérdida enorme humana y profesionalmente hablando. Me dirigió en un especial Nochevieja. Y aunque nuestros estereotipos pudieran parecer distintos y distantes, nunca me sentí más cómodo. Y nos hicimos grandes amigos.
Teatro a Teatro: ¿Qué es lo más importante que ha cambiado en estos 30 años, desde que se estrenó (1989)?
Arturo Fernández: Demasiadas cosas y no para mejor. Aquella época era la alegría. La esperanza. La confianza en un futuro bonito. Brillante. Para España y para los españoles.
Teatro a Teatro: Alguien con una trayectoria como la suya… larga, impecable… ¿Cómo querría ser recordado?
Arturo Fernández: Como alguien coherente. Responsable. Y que se sintió inmensamente feliz por hacer feliz a la gente haciendo lo que de verdad le gustaba. Un privilegiado, en definitiva.
Teatro a Teatro: ¿Si no hubiera sido actor, que hubiera sido?
Arturo Fernández: A lo peor alguien menos feliz.