Entrevista a Silvia Munt

Nos habla de su último estreno "El Precio" en octubre en el Teatro Pavón Kamikaze de Madrid

Entrevista a Silvia Munt
Silvia Munt. Actriz y directora de cine, teatro y televisión. Ha estrenado "El Precio" este mes de octubre en el Teatro Pavón Kamikaze.

Silvia Munt. Actriz y directora de cine, teatro y televisión.

Es miembro de la Academia de Cine Europeo y de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. Estudia danza clásica y contemporánea, que combina con estudios de Psicología. Titulada en Ballet Clásico por la Royal Ballet de Londres.

A los 16 años debuta como bailarina para fundar poco después el Ballet Contemporáneo de Barcelona. A los 20 años comienza con la interpretación teatral. Debutó en el cine en 1978 con L’orgia.

  • En teatro, como actriz, pudimos verla en Surabaya, Ángeles en América, La muerte y la doncella, Cartas de amor, Las tres hermanas, Trío en Mi bemol, La Filla del Carmesí, Romeo y Julieta, Antígona, Cyrano de Bergerac, La Blancarrosa, Sueño de una noche de verano y Canigó.
  • Como productora de teatro, en 1987 crea su propia compañía de Teatro con la que produce OndinaLa nieta del sol.
  • En su faceta de directora de teatro, pudimos disfrutar su trabajo con Una comedia española (2009) y ahora con El precio de Arthur Miller (2018) en el Teatro Pavón Kamikaze.

Una entrevista de Juanjo García

 

Teatro a Teatro: De acuerdo con el contenido de “El precio” (de Arthur Miller)… ¿Realmente decidimos como son nuestros padres en función de lo culpables que nos sentimos?

Silvia Munt: Yo creo que hay una etapa, que arrastramos desde la adolescencia. Donde es más fácil culpar a los padres de casi todo lo que nos pasa. Y luego, con el tiempo, vas colocando las cosas en su sitio y puedes llegar a verlos como son. Pero también es verdad que a veces, cómo pasa en nuestra obra, es posible que los quieras ver mejor de como son. Y eso también es algo bastante habitual. No soportas ver la autentica cara de tu padre o de tu madre. Hay veces que prefieres ver la que tú te has fabricado, prefabricado. Entonces podemos pasar como un péndulo de un sitio al otro. Depende un poco de nuestra debilidad y de nuestra falta de leer la verdad de lo que somos.

Silvia Munt dirige "El precio". Foto de Javier Naval.
Silvia Munt dirige «El precio» en el Teatro Pavón Kamikaze. Fotografia de Javier Naval.

Teatro a Teatro: Yo tengo hijos mellizos, un niño y una niña. ¿Realmente los padres creamos la competitividad? No me contestes que sí, que me muero del susto…

Silvia Munt: Bueno, yo tengo hijas gemelas, univitelinas. Y tendría que decirte que, bastante de la culpa de crear esa competitividad, la tenemos los padres. De una forma a veces involuntaria. Es una cosa que me ha perturbado mucho en todo este tiempo donde he criado a mis hijas. Y creo que sí, que hay bastante de crear esa competitividad, de una forma egoísta, entre ambos.

Lo que pasa es que creo que también, como siempre, hay parte de culpa del individuo. Y en este mundo competitivo es casi imposible no perseguir que te quieran más, ser mejor, triunfar más, ser más bueno… Es casi inherente a la condición humana. Entonces bueno creo que podemos estar relativamente tranquilos los padres y es que hemos hecho todo lo posible para no crearles más competitividad de la que la que tienen cuando nacen.

 

Teatro a Teatro: Tú dirigiste este mismo montaje en Cataluña con Pere Arquillué (a quien admiro mucho desde que le ví en Platonov) y con Ramón Madaula, obteniendo un éxito bárbaro. ¿Qué aportan en estos momentos Tristán Ulloa y Gonzalo de Castro con respecto a lo que aportaron Pere y Ramón?

Silvia Munt: Bueno, esto es una pregunta infernal. Sabes bien que es imposible comparar actores, sobre todo actores de este talento. Pero es cierto, es verdad, que el personaje existe en función del ser humano que lo interpreta. Para mi ha sido un redescubrir la obra porque Gonzalo de Castro es muy diferente a Ramón Madaula y Tristán Ulloa es muy diferente a Pere Arquillué. Yo diría que casi son la antítesis.

Por lo tanto, para mí Walter… Gonzalo, me ha regalado su alma, ese alma virtuosa y al mismo tiempo contradictoria. Y creo que ha llegado a extremos que Ramón Madaula, dentro de su personalidad racional, no llegaba. Y a la inversa. Walter puede ser mas racional, o puede ser más caótico, más epidérmico como es Gonzalo. O sea, Walter, como todos los personajes, siempre están esperando que un actor, y el alma de ese actor, los vampirice. Y se crea alguien que es único y diferente a todos. Entonces a mí me ha pasado esto con los cuatro personajes en mi dirección aquí, en Madrid. Y ha sido revelador. Realmente, el personaje en sí mismo, está esperando un continente que catalizando la propia personalidad del actor haga posible ese ser único, qué es el que interpretamos.

El Precio. Dirigida por Silvia Munt.El Precio. Dirigida por Silvia Munt.El Precio. Dirigida por Silvia Munt.El Precio. Dirigida por Silvia Munt.

 

Teatro a Teatro: Bueno. Y ahora una pregunta larga que son realmente 4 preguntas. Veo, en la información tuya en la web sobre este montaje que te planteas cuatro preguntas y me gustaría que las respondieras, porque creo que eso sería lo interesante. ¿Cómo reaccionamos ante la precariedad económica dentro de una misma familia? ¿Qué aprendemos, si es que aprendemos alguna cosa? ¿Cómo afrontamos el futuro? ¿Cuál es el precio de nuestras decisiones? Pues yo te pido que nos digas cuales serían tus respuestas a dichas preguntas.

Silvia Munt: ¡Bueno, esto es un examen de revalida! A ver… ¿Cómo reaccionamos ante estas crisis? Evidentemente, no se puede tener un denominador común. Yo hice un documental que se llamaba “La granja del paso” sobre, precisamente, la crisis nuestra de 2008. Y ahí evidentemente hay reacciones diferentes. Aquí, en Barcelona, hubo un movimiento maravilloso que se aglutinó en la PA, en la plataforma de afectados por la hipoteca, que creó un empoderamiento de la gente que hizo realmente girar la situación y emprender una reacción hacia la banca. Y hacia los bancos. Y hacia la falta de escrúpulos de los bancos en esta crisis. Es decir, que creo que, a veces, se reacciona y se aprenden cosas.

Respondiendo a la segunda, y casi la primera también, diría que sí. Que es verdad que se reacciona y se aprenden cosas. Pero a veces, como explica Miller, y cómo podemos ver en la propia sociedad, se aprenden para luego olvidarlas. Es la desgracia que nos invade continuamente. En una situación límite, la gente se junta, la gente aprende cosas. Aprende a vivir con menos. A saber valorar las cosas que no tienen un valor material. Aprende a ayudar. Se aprenden muchas cosas también, pero es cierto que pasado un tiempo es muy posible que se olviden. Es muy posible que, esas cosas que hayas aprendido, en el momento que tengas un poco de dinero, o la situación se haya estabilizado, puedan volver al sitio primitivo que tenían. Entonces, un poco, mi contestación es ambigua, pero es que si no mentiría.

Yo creo que la sociedad aprende poco. Y, a veces, es posible que con el tiempo desaprenda porque es más fácil acostumbrarse a vivir sin plantearse estoicamente y con unos valores fundamentales y esenciales. Es más cómodo vivir sin ellos. Es más cómodo seguir la corriente de lo que nos está obligando casi a seguir el sistema. La propaganda que nos invade y el capitalismo en sí mismo. Esta especie de infierno espiral donde nos colocamos desde el momento que nacemos. Que es tener dinero, éxito, si eres agraciado mejor… la vida te será más fácil, te sonreirá. Aunque es un poco un espejismo. Es lo que casi siempre acaba venciendo. Y eso es bastante descorazonador, pero es verdad.

En cuanto a la tercera de las preguntas, ¿Cómo afrontamos el futuro? Yo creo que cada uno lo afronta en función de lo que se exige a si mismo. Entonces es bueno que las crisis estén, porque te hacen exigirte más a ti mismo. Pero dependerá de como seas, que esa exigencia tenga frutos o no. Entonces casi siempre depende del valor intrínseco que cada uno llevamos dentro. O de la fuerza con la que hayamos nacido. O en la que nos hayan educado. No sé muy bien qué tanto por ciento habrá de cada cosa. El futuro es una cosa que la tenemos que… digamos trabajar cada minuto. Porque hay una una especie de amnesia global que te hace desaprender todo aquello que con mucho esfuerzo te cuesta aprender y que te hace llegar siempre a querer intentar ser feliz de la manera menos interesante.

El precio de nuestras decisiones es lo que pagamos. Porque lo que pagamos por las decisiones que, a veces de una forma involuntaria podemos tomar, como bien dice Miller… muchas veces no nos damos cuenta de lo importante que son las decisiones que tomamos de una forma inconsciente. Pero lo que sí que está claro es que, tomemos las que tomemos, siempre las tendremos que pagar. Es el precio de nuestras decisiones. Este precio puede ser muy bien el estar contento contigo mismo. Cosa que parece que suene como muy a moraleja pero que quizá es el único precio que valga la pena pagar. El que tú te mires al espejo (no al espejo físico, sino al espejo tuyo interior) y te sientas que eres alguien que vale un poco la pena.

Teatro a Teatro: ¿Puedes adelantarnos esos proyectos que tienes dentro de muy poquito para Teatre Lliure y para el Grec?

Silvia Munt: Sí. Ahora mismo hemos acabado de trabajar con Pau Miró en la adaptación de “Dogville” que es lo que haré en el Teatre Lliure este curso que viene. Estamos haciendo una adaptación teatral de Dogville, donde partimos justamente de ver si el planteamiento de Lars von Trier, donde acababa con una conclusión tremenda y tremebunda (que la sociedad no tiene remedio y por tanto hay que eliminarla), planteamos esta pregunta de inicio.

Colocamos nuestra adaptación hoy en día, en un barrio cualquiera, con una chica que llega allí. Una chica inocente. Mucho mas joven que la Grace de Nicole Kidman. Y que quiere creer en la sociedad. Y a partir de ahí, bueno, estamos montando una versión que espero que la podáis ver y que os guste. Que os interese. Y sobre todo que os haga reflexionar. Que al fin y al cabo es para lo que estamos en este oficio. Para divertir y reflexionar un poco.

El segundo proyecto inmediato es hacer “Casa de muñecas”, la segunda parte. Es un proyecto que va para el Grec. Nora se encuentra con su marido veinte años después y son las reflexiones que hacen uno y otro, y hasta su propia hija de las decisiones que tomó Nora. Creo que en este momento de cambio y de feminismo está bien volver a Nora y ver que la mujer aún necesita de mucha evolución y comprensión por parte de la sociedad para tener el sitio que se merece.

 

Teatro a Teatro: Muchísimas gracias Silvia Munt. Cuantas sabias y talentosas palabras y que visión tan bien escudriñada de nuestra sociedad.

Silvia Munt: Gracias a vosotros.

 

Más información sobre la obra de teatro «El precio».

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