La actriz Lola Herrera recibirá el Premio Max de Honor 2016. El Comité Organizador de los galardones ha dado a conocer hoy su decisión, que ha sido adoptada por unanimidad, y coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer. El comité ha resaltado "su amplia trayectoria, su dedicación y su compromiso con la profesión escénica" y ha explicado que "ha querido hacer público el galardón en un día tan simbólico porque Lola Herrera es un firme exponente de la mujer trabajadora".
La intérprete pucelana recibirá el galardón el próximo 25 de abril durante la ceremonia de entrega de la XIX edición de los Premios Max de las Artes Escénicas que organiza la Fundación SGAE con la colaboración de la Academia de las Artes Escénicas de España (AAEE) y que se celebrará en el Teatro Circo Price de Madrid. Lola Herrera ha declarado que “el teatro ha sido mi pareja, es mi pulmón, mi oxígeno, mi imaginación, mi día… Es mi alimento y recibir este galardón es todo un orgullo, ha sido una sorpresa sumamente agradable”. Herrera ha añadido: “Somos muchas actrices y me ha tocado a mí, y es maravilloso. Doy las gracias y siento una gran satisfacción”.
Considerada como una mujer apasionada por el teatro, sus inicios se remontan a los concursos radiofónicos de los años cincuenta, en los que participaba con su voz, cantando infinitas melodías, para luego trabajar en Radio Valladolid. Debutó en el teatro profesional con tan solo 20 años con "El campanero" de E. Wallace (1957), pero fue su encuentro con Vicente Parra el que marcó un punto de inflexión en su carrera. Junto a él, protagonizó dos obras de enorme repercusión a principios de los años sesenta: "Cheri" de Colette (1961) y "Rebelde" de Alfonso Paso (1962). Desde entonces, la vallisoletana no ha abandonado los escenarios.
Entre sus trabajos más relevantes cabe destacar la gira que realizó en 1976 por Europa con la compañía Tirso de Molina; el éxito alcanzado con "Alicia en el París de las Maravillas" de Miguel Sierra en 1978, época en la que además le fue concedida la Medalla del teatro de Valladolid; y sus excelentes interpretaciones en "Juana del Amor Hermoso" de Martinez-Mediero (1983); "Las amargas lágrimas de Petra von Kant" de Fassbinder (1985); "Jugando a vivir" de Roberto Romero (1988) y "Los últimos días de Enmanuel Kant" (1990) de Alfonso Sastre. En los últimos tiempos ha participado en "Querida Matilde", adaptación de la obra de Israel Horovitz; "Seis clases de baile en seis semanas" de Richard Alfieri; "Solas", adaptación de la película de Benito Zambrano y "En el estanque dorado" de Ernest Thompson, su última aparición hasta la fecha.
Pero si hay una obra de teatro de la que es imposible desligar el nombre de Lola Herrera, esa es "Cinco horas con Mario". Su maravillosa y valiente interpretación del monólogo de Miguel Delibes, que estrenó en 1979, le ha valido el mayor reconocimiento de su trayectoria. El personaje de Carmen Sotillo, que ha encarnado a lo largo de tres décadas de forma interrumpida, le ha marcado profundamente tanto profesional como personalmente.