Los "Entremeses" de Cervantes vuelven al Teatro de la Abadía. El próximo 22 de diciembre, el montaje dirigido por José Luis Gómez regresa a su "casa" tras recorrer escenarios de todo el mundo. El elenco está integrado por Eduardo Aguirre de Cárcer, Julio Cortázar, Diana Bernedo, Miguel Cubero, Palmira Ferrer, Javier Lara, Luis Moreno, Inma Nieto, José Luis Torrijo y Elisabet Gelabert, algunos de los cuales participaron en el primer montaje, que la temporada pasada cumplía 20 años.
"Entremeses", fruto de un largo proceso de formación e investigación, fue uno de los primeros espectáculos que puso en escena La Abadía, y ha quedado inscrito como una de sus grandes joyas. En su producción original, se contó con una serie de jóvenes actores, muchos de los cuales siguen vinculados a La Abadía y todos ellos muy demandados en escena, cine y televisión en la actualidad.
Tras su estreno en 1996, estuvo dos temporadas en cartel y realizó una extensa gira tanto por España como en el extranjero (Alemania, Francia, Italia, México y Polonia), sumando un total de 232 funciones. La producción original fue galardonada con el Premio Ercilla a la Mejor Creación Dramática 1996, el Premio de la Asociación Independiente de Teatro de Alicante a la Mejor de Dirección de Escena de la Temporada 1996-97, el Premio de la Crítica de Valencia al Mejor Espectáculo 1997, y así mismo fue la compañía más votada por el público en el Festival Internacional de Teatro de Vitoria-Gasteiz.
La Abadía recuperó el montaje con motivo de su XX aniversario, que coincidía además con el cuarto centenario de la publicación de los "Entremeses" de Cervantes. La obra hilvana tres historias cómicas y de ámbito rural de Cervantes: "La cueva de Salamanca", "El viejo celoso" y "El retablo de las maravillas". En la primera, Cervantes juega con el personaje del esposo cornudo y contento y el espectador disfruta con el engaño del que es víctima. En "El viejo celoso" se muestra la obsesión de un anciano casado con una joven, que le engañará a la primera ocasión que tenga. "El retablo de las maravillas" ironiza sobre los estatutos de pureza de sangre a través de la historia de dos pícaros.
El montaje recupera el espacio escénico diseñado por el pintor José Hernández, la música de Luis Delgado, las luces de Juan Gómez-Cornejo, y el vestuario de María Luisa Engel. En Teatro a Teatro pudimos ver el montaje en su regreso al Teatro de La Abadía y esto fue lo que escribimos en una crítica titulada "El teatro biológico".