"Medea" y "Edipo Rey" vuelven al Teatro de la Abadía. Dos de los grandes éxitos de la pasada temporada regresan al teatro madrileño a partir del próximo 11 de septiembre, para mostrar de nuevo la potencia de la tragedia clásica. "Medea", dirigida por Andrés Lima y "Edipo Rey", por Alfredo Sanzol, son dos de las tres piezas de la trilogía con la que Teatro de la Ciudad nació hace unos meses y vuelven a la capital después de pasar por la mayor parte de los festivales clásicos de este verano.
En "Medea", Andrés Lima parte del texto de Séneca para contar la historia de la mujer traicionada por Jasón. Aitana Sánchez Gijón, recientemente galardonada con el Premio Ceres a Mejor Actriz, encabeza un reparto en el que también están Andrés Lima, Laura Galán y Joana Gomila. Ella, en una gran interpretación, encarna a la mujer que ha hecho lo inenarrable por el amor de un hombre y que desgarra su alma para vengarse de ese hombre que ahora le niega su amor.
"Esplendorosa y terrible, concentra toda la verdad de la interpretación en un perfecto y memorable temblor de apocalipsis", escribimos aquí después de ver el trabajo de Sánchez-Gijón en el montaje, cuya crítica titulamos "Llaga y agonía": "Medea, el conglomerado de Medeas que ha cosido Andrés Lima partiendo de Séneca, es el símbolo oscuro de nuestra naturaleza, el retrato rabioso de lo que no queremos ser y somos. “Medea”, función imprescindible y dolorosa, es también una nueva coronación de Aitana Sánchez-Gijón".
Si "Medea" volverá al escenario el 11 de septiembre y durante siete únicas funciones, "Edipo Rey" hará lo propio a partir del 17 de septiembre. Juan Antonio Lumbreras, Paco Déniz, Elena González, Natalia Hernández y Eva Trancón son los protagonistas de este montaje dirigido por Alfredo Sanzol, en el que se representa el texto de Sófocles sobre Edipo: uno de los mayores ejemplos del destino trágico de los héroes griegos y también una profunda reflexión sobre la libertad de los hombres, el poder de la verdad y las consecuencias de nuestros actos.
Sanzol ha preparado una muy peculiar puesta en escena para la obra, que valoramos así la temporada pasada: "La propuesta de Sanzol es tan cristalina que hiere. Su fuerza está en que se aleja del ruido, de la gestualidad excesiva, de la, por así decirlo, espectacularidad. Está siendo señalada como la más personal de las tragedias nacidas en el Teatro de la Ciudad, como la más personal y apostadora. Estoy seguro de que es por su limpieza, porque no hay interferencia alguna en algún segundo del viaje de Edipo a la luz cegadora".