Lo prometido es deuda y por ello me dispongo a comentar el indiscutible éxito que supone que una producción pequeña, como “Pegados”, asomara la cabeza y algo más en la última entrega de los Premios Max celebrada en Córdoba, pues se llevó dos manzanas con antifaz, una a la mejor producción musical y otra para Lluís Miquel Pérez por su trabajo en la dirección musical.
Posiblemente podrían haberse llevado algo más al haber sido nominados en otras categorías, entre la que cabe destacar la de mejor actor (cosa curiosa ésta ya que no recuerdo cuándo fue la última nominación para un actor en un musical a pesar de haberlo merecido más de uno y de dos) Realmente la competencia era mucha y aun así los premios nunca dejan a todos contentos.
Para mí lo importante en todo este asunto ha sido el insólito hecho que supone que “Pegados” haya llegado hasta donde lo ha hecho sin ayuda de nadie más que del ímpetu, talento y los pocos Euros de los que disponían los integrantes de esta producción. Este éxito refuerza, además, el trabajo de aquellos compositores españoles que llevan años trabajando duro. Ferrán González y Alicia Serrat demuestran que sí se puede hacer musical autóctono de composición sin recurrir a la tan exprimida fórmula del "refrito" con canciones de grupos más o menos de moda. Por supuesto que no son los primeros: Albert Guinovart, Marc Álvarez u Óscar Roig, por citar algunos compositores, lo hicieron antes, y en ocasiones, especialmente en el caso de Guinovart con muchísimo éxito, y todos ellos siempre con una indudable calidad.
En el caso concreto de “Pegados” siento un singular regustillo de victoria, como si una parte de este éxito me tocara mí, pues su autor, compositor y actor principal, es un artista de muchísimo talento y en el siempre he creído. Hace años, y bajo la tutela de Víctor Conde, coincidimos en un desafortunado proyecto llamado 1973. En aquel momento yo no conocía a Ferrán más que de vista y durante los trabajos de ensayo descubrí a un buen actor, con unas dotes brutales para la comedia y con un sentido del humor a la altura de cualquier gran comediante. Entonces también leí algún texto de teatro que en aquel tiempo escribió, en la que despuntaba ya una habilidad especial para dialogar, y, todo eso sumado a una frágil pero bellísima voz me hacía preguntarme cuánto tiempo tardarían los productores y directores (excepto Víctor Conde, claro está) de este país en descubrir a este inconformista Miguel Ángel de barrio, siempre con ganas de polemizar, exquisitamente gamberro y poco preparado para diplomacia necesaria para sobrevivir en nuestro ambiente.
A mí, particularmente, y él lo sabe, siempre me gustó como actor, especialmente como actor. Creo que es en la interpretación donde brilla con más fuerza. En más de una ocasión y mucho antes de que le nominaran al Max como mejor actor principal, le he animado a que fuera menos derrotista y sacase pecho artísticamente hablando, y es evidente que ahora le ha llegado el momento de hacerlo. Espero que dure, al margen del cariño que siento por él, por el placer que va a suponer a los que en estos días vayan a ver “Pegados” al Teatro Alfil.
En mi opinión, puede que el montaje pierda algo de fuelle conforme llega al final, sobre todo o tal vez por su previsible desenlace, pero lo que es indudable es que la pieza es de una calidad, por sus interpretaciones, música y especialmente por su dirección (formidable trabajo el de Víctor Conde por el que bien podría haber sido nominado al Max) que ya quisieran muchas de las producciones que con infinitos medios en comparación a la obra que nos atañe se han visto en nuestro país. Por todo ello y por el resto de un reparto de verdadero lujo este pequeño gran musical debería ser parada obligada para los amantes del género. Aquellos que no lo hayáis visto debéis hacerlo sin vacilar, ya que además de pasar un gran rato le haréis mucho bien al género musical y tal vez, animaréis a los productores españoles a invertir en producciones autóctonas, de creación, desde su texto hasta su música, sin necesidad de incluir grandes éxitos como reclamo comercial.
El super éxito logrado por "Hoy no me puedo levantar", demostró que había un público demandante de musical español. Luego, con algunos claros y oscuros, han venido otros musicales de parecido corte y el público ha seguido apostando por el musical "made in Spain". Ahora "Pegados" ha dado un salto cualitativo, reivindicando a los compositores dedicados al musical.
Con interés, los productores españoles encontrarían musicales de creación de todos los formatos. Pequeños como "Pegados", "Vagón de cola", "Amores rodados" o "Pulp", todos de mucha calidad, y de gran formato como "Mar i cel" o "El temps de Planck" en su tiempo y alguno en preparación como por ejemplo el ambicioso proyecto que Víctor Conde y Marc Álvarez llevan años gestando y que por respeto y confidencialidad no voy a desvelar. (Como veis, Conde anda metido en casi todos los fregados).
Al margen de todo, id a ver "Pegados" y disfrutad de un musical que gracias al buen gusto de Ferrán, Alicia y Víctor sigue en el Alfil con paso firme y llenando de esperanza el futuro del género en nuestro País.