Escribí este texto antes del atroz atentado en la sede de Charlie Hebdo. La triste casualidad ha hecho que la publicación de este y mis dos próximos posts, haya coincidido con la barbarie y el sinsentido terrorista.
La pequeña pieza que presento a continuación, forma parte de una trilogía de textos teatrales cortos que titulé "Pequeño catálogo sobre el fanatismo y la estupidez humana."
Quise exponer, de manera breve, tres supuestos de violencia que tienen su origen en la incapacidad de algunos (o de muchos, desgraciadamente) de entender la diferencia. Esta falta de comprensión, que empieza a muy temprana edad, con los años y en el caldo de cultivo oportuno, se transforma en odio y con un poco más de cocción en el sofrito de la ignorancia, llega el primer acto violento que dará paso a un segundo más atroz.
Así pues, todos los tipos de terrorismos tienen un denominador común: la ausencia de educación y de ideas basadas en el respeto y la comprensión de la diferencia. Pura estupidez.
Terrorismo es terrorismo. No hay que buscar justificaciones políticas que lo amparen o atenúen. Hay que ir a la raíz del problema y combatirlo ahí. A la ignorancia sólo se la puede combatir desde la educación. Mientras, la sociedad se defiende con medios policiales, pues es necesario, pero el problema reside en la falta de educación. Como casi todos los problemas de este mundo.
Decía Arcadi Espada en un artículo que la única relación del terrorismo con el cerebro es el tiro en la cabeza y que tal vez se refieran a eso cuando se habla de "autor intelectual" del atentado.
El atentado de París no es un simple atentado contra unos periodistas que utilizaban el humor como elemento de crítica, es un atentado contra todo un modelo cívico de convivencia que en Europa ha tardado siglos en asentarse. Es un atentado contra todas las democracias que son una. Es un atentado contra cada uno de nosotros y contra nuestra libertad. Atacaron la redacción de un medio de comunicación porque los terroristas temen la labor periodística, auténtico guardián de las esencias democráticas. Creen que por ahí podrán paralizar a todo aquel que se atreva a discrepar. En definitiva, es un atentado precisamente, contra la libertad de discrepar, inseparable de toda condición humana. Por lo tanto, es un crimen contra la humanidad.
Aprovecho para expresar mi más sentida repulsa contra todo acto terrorista y enviar desde aquí mis condolencias a las familias de los periodistas asesinados. Sirva este texto como reconocimiento a la inmensa labor de tantos y tantos periodistas que con su compromiso ayudan a construir un mundo más justo y libre.
Nada más, os presento, pues, mi "Pequeño catálogo sobre el fanatismo y la estupidez humana".
Waitin’ on a sunny day
Escena I
Oscuridad, sólo manchada por la tenue luz de la luna. Noche cerrada. Un lugar indeterminado en una zona semi desértica. Hay ruinas de lo que en algún momento fueron pequeñas viviendas.
En todo este texto, a menos que se indique lo contrario, los personajes Vari y Davor hablarán susurrando.
DAVOR: ¿Vari?¿ Estás ahí?…
Escuchamos a Davor removiendo algo. Parecen piedras, arena, escombros…
DAVOR: Qué raro… ¿Estás ahí, Vari? (Pausa) Vari, no te hagas el gracioso que te conozco, sé que estás ahí…
Más ruido de escombros.
DAVOR: Me cago en… Estoy solo. ¡Estoy solo! No está… ¿Dónde se ha metido?… Mira que quedó claro… no separarse, no separarse (Pausa) ¿Dónde está…? ¿Dónde he puesto…? (Se oye ruido como si Davor estuviera buscando algo) ¡Mierda, mierda, mierda! Mierda de linterna, mierda de equipo, mierda de Vari… Mira que le dije… (Pausa) A ver, Davor, a ver… centrémonos… no perdamos la cordura… tengo que estar tranquilo… (Pausa) Hasta aquí todo ha salido bien… ahora llegará Vari y con la linterna… con la linterna podremos ver dónde está la señal… mientras, Davor, relájate… (Pausa)
Parezco un loco… parezco un loco… hablándome a mí mismo… parezco un loco… que si Davor esto, que si Davor lo otro… parezco un loco… Demasiado tiempo encerrado… demasiado tiempo… Disfruta Davor, disfruta de este momento de libertad… ¡Otra vez!… otra vez me hablo a mí mismo… otra vez, como si yo no fuera yo… sino él… otro… otro que no soy yo… Me tengo que serenar… (Pausa) Eso está mejor…
DAVOR: Empieza a tararear “Waitin’ on a sunny day” de Bruce Springsteen.
DAVOR: It’s rainin’ but there ain’t a cloud in the sky / Musta been a tear from your eye / Everything’ll be okey…
Se detiene y vuelve a empezar la estrofa como si tratara de recordar cómo sigue la canción.
DAVOR: It’s rainin’ but there ain’t a cloud… in the sky… (empieza de nuevo) It’s rainin’ but there ain’t a cloud… musta been a tear from your eye.. Everything’ll be okey… Cómo seguía… joder… antes me acordaba… El estribillo sí… I’m waitin’, waitin’ on a sunny day, gonna chase the clouds away, I’m waitin’ on a sunny day… El estribillo era lo más sencillo de memorizar, por eso me acuerdo aún…Mierda, cómo era la segunda estrofa… era lo que más me gustaba de la canción y va y se me olvida… Demasiado tiempo… demasiado tiempo encerrado… He olvidado demasiado… todo… casi todo… Tiene que llegar Vari y pirarnos de aquí… Vari, Vari, Vari… Ibas detrás de mí todo el rato, cómo es posible… ¿dónde coño te has metido?… (Pausa)
It’s rainin’ but there ain’t a cloud in the sky… musta been a tear…Era mi tema favorito de Bruce… bueno, el que más le gustaba a Álex… cómo lo he podido olvidar… A lo mejor Álex ya me ha olvidado a mí como yo he olvidado la segunda estrofa de la canción… Es muy pequeño… era… ¿cuántos años tendrá ahora?… Tenía dos… ¿cuántos tendrá?… ¿cuatro?…¿tres?… tres no, seguro que no… debo de haber estado aquí… dos, tres años… mucho tiempo… no puede ser… tendrá… ¿cinco?… (Pausa) dos años y ya le chiflaba Springsteen… qué tío… ¿Cuántos tendrá?… (Pausa) No se acordará de mí… Las fotos tal vez ayuden… pero no… El que no lo va a conocer soy yo… (Pausa) Dios mío… pero… ¿Qué estoy diciendo?… céntrate Davor… céntrate… (pausa) Todo saldrá bien… ¿Me iría bien rezar?… (Empieza a rezar) Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre… (Pausa) No sé más… no sé qué viene… como con la canción… he olvidado todo… no sé… más… (pausa) ¿Pero qué dices Davor? Si nunca fuiste creyente… ¿Ahora lo soy?… pienso en Dios… Aunque precisamente por un Dios estoy aquí… pienso en Dios… últimamente… y rezo… lo que sé… Padre nuestro que estás en los cielos… santificado sea tu nombre… hágase… tu voluntad… así… en la tierra como en el cielo… Venga… ¡Venga a nosotros tu reino!… (Pausa) ¿O era primero, “venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo?… Qué lío… si yo nunca fui a misa… si nunca creí… Sí, nunca pensé en estas cosas…
Pausa.
DAVOR: Hard times, well they come to tell us all, sure as the tickin’ of the clock on the Wall, sure as the turnin’ of the night in to day… No, esta es la última estrofa… la segunda, la segunda, La segunda, ¿cómo era la segunda? No lo entiendo, es lo que he estado cantando todo este tiempo y ahora se me olvida…
Ruido. Davor se queda inmóvil, no quiere hacer nada que pueda delatarle, no quiere ser descubierto. Se puede oír su respiración. El ruido se hace más evidente… Una mano se posa en el hombro de Davor como por accidente y este en la oscuridad se sobresalta.
DAVOR: ¿Quién es?
VARI: Tranquilo, Davor, soy yo…
DAVOR: Joder…
VARI: Baja la voz, podrían oírnos…
DAVOR: Joder, Vari… casi me da un…
VARI: Cálmate, Davor, nos van a descubrir…
Pausa.
DAVOR: (Más tranquilo) ¿Dónde mierdas has estado?
VARI: Tío, se me cayó la linterna y no podía llamarte, tú seguiste adelante sin darte cuenta de que…
DAVOR: ¿Se te cayó la linterna?
VARI: Sí.
DAVOR: ¿La encontraste?
VARI: No, se me cayó en una grieta, la bolsa entera se me cayó en una grieta, joder, con todo dentro, así que estuve medio perdido porque no se ve una mierda en este túnel…
DAVOR: ¿Y qué vamos a hacer ahora?
VARI: Nos apañaremos con la tuya.
DAVOR: ¡Yo perdí la mía también…!
VARI: ¡Cálmate!, nos van a acabar pillando… (pausa) Dónde la perdiste.
DAVOR: No sé…
VARI: Joder…
DAVOR: ¿Qué hacemos ahora?
VARI: Pensar…
DAVOR: ¿Pensar?
VARI: Sí, pensar…
DAVOR: Con lo que nos costó quitarles las linternas a esos cabrones…
VARI: Veamos…
DAVOR: No nos descubrieron de milagro, sino ya estaríamos como los otros…
VARI: Deben ser las doce de la noche, aún queda noche por delante…
DAVOR: Cuando descubran que no estamos van a volverse locos…
VARI: ¡Cállate de una vez, Davor! Vas a estropearlo todo.
DAVOR: Pero…
VARI: Estamos aquí, ¿no? Te dije que era posible escapar y estamos aquí, ¿no?
DAVOR: Sí…
VARI: Pues pensemos. (Pausa) Hemos perdido las linternas, vale, pero a lo mejor eso es una ventaja.
DAVOR: ¿Ah, sí?
VARI: Sí.
DAVOR: ¿Y cómo vamos a encontrar la señal? No se ve nada aquí, no hay forma de encontrar la señal sin una luz…
VARI: Bueno, la luz tiene sus riesgos.
DAVOR: Ya, pero ahora no sabemos si estamos bien orientados… no sabemos si tenemos que avanzar o retroceder…
VARI: Si he venido por tu espalda… porque te he alcanzado por la espalda, ¿no?
DAVOR: Sí, por la espalda… casi me matas del susto…
VARI: Y yo venía de allí… esto significa que… yo no me he movido mucho, quiero decir, que no creo que me haya desviado en la trayectoria…
DAVOR: Mientras estábamos en el túnel sí, pero ahora hay que encontrar la señal… cuando terminaba el riachuelo era el punto. Esto está claro…
VARI: Cierto pero…
DAVOR: Si nos equivocamos de túnel se acabó…
VARI: Tranquilízate. Yo apenas he variado mi trayectoria. Me juego lo que quieras a que cuando salí del túnel pequeño y llegué al distribuidor, seguí andando en línea recta. Por lo tanto, lo que debemos hacer es… tal como estamos, es… girar a la izquierda. Ese será el túnel de salida, ahí estará la señal.
DAVOR: ¿Cómo estás tan seguro?
VARI: Algo hay que hacer. Si nos quedamos aquí, cuando se den cuenta de que no estamos, nos van a encontrar en un momento…
DAVOR: Hijos de la gran puta…
VARI: Por eso, lo mejor es moverse, a pesar del riesgo que supone equivocarse de camino.
DAVOR: Si tuviéramos luz veríamos la marca roja que nos dijo Johnny…
VARI: Sí, pero no tenemos luz. No tenemos luz ni tiempo, ¿comprendes?
DAVOR: Sí, pero…
VARI: Trato de aportar soluciones. Si nos quedamos aquí pasmados hasta que amanezca somos hombre muerto, ¿entiendes?
DAVOR: No sé, tal vez no tendríamos que haber escapado… tal vez el gobierno acabe pagando el rescate y…
VARI: ¿Pero qué estás diciendo? No va a haber ningún rescate. Nadie va a pagar por nosotros, dos reporteros abandonados a su suerte…
DAVOR: A lo mejor sí…
VARI: No digas tonterías. (Pausa) Estos tíos quieren pasta (pausa) ¿Cuánto tiempo más crees que nos iban a tener ahí encerrados?
DAVOR: Nosotros no somos americanos, (pausa) quiero decir que tal vez nos habrían tratado de otra forma…
VARI: Igual. Nos hubieran tratado de la misma forma. Igual. Te habrían cortado el cuello. En cuanto acaben con los otros dos yanquis y el inglés, los siguientes somos nosotros… deja de decir estupideces.
DAVOR: A lo mejor…
VARI: ¡A lo mejor leches!
DAVOR: No sé…
VARI: Porque si quieres desandamos lo andado y volvemos a la jaula. ¿Es eso lo que quieres?
Pausa.
DAVOR: No.
VARI: Bien. A ver, he venido por aquí casi en línea recta y he dado contigo por la espalda…
DAVOR: Eso da igual porque cuando he llegado he estado dando vueltas por aquí buscando mi linterna. Me he desorientado. No sé en qué dirección está la marca roja.
VARI: ¿Has buscado bien y no has encontrado la linterna?
DAVOR: No sé dónde se me ha podido caer.
VARI: ¿Se te ha caído por aquí?
DAVOR: No lo sé. Tengo la sensación de que cuando salí del túnel la llevaba.
VARI: Vamos a buscar…
DAVOR: Sólo era una sensación.
VARI: ¿En qué quedamos, la llevabas o no?
DAVOR: No lo sé.
VARI: Pues piensa, Davor, piensa.
Pausa.
DAVOR: Sí, sí la llevaba. Seguro. Recuerdo que justo al salir del túnel lo chequeé. Ahora me acuerdo.
VARI: Y la llevabas…
DAVOR: La llevaba, sí.
VARI: Eso está muy bien. Vamos a buscarla.
DAVOR: Ya lo he hecho.
VARI: ¡Pues lo vuelves a hacer! Vamos a buscar la puñetera linterna.
Ruido de escombros, como si estuvieran removiendo piedras y desechos. De repente se escucha la voz de Davor susurrando “Waitin’ on a sunny day”. El siguiente texto lo dicen mientras buscan la linterna.
VARI: ¿Estás cantando ahora?
DAVOR: Me relaja.
VARI: Pues a mí me estás poniendo de los nervios.
DAVOR: Perdón.
VARI: No pasa nada.
Pausa.
DAVOR: ¿Cuánto crees que llevábamos encerrados?
VARI: Ni idea, ¿dos años?
DAVOR: Igual más.
VARI: ¿Qué más da eso ahora?
DAVOR: Es que debemos llevar mucho tiempo encerrados. He olvidado la segunda estrofa de “Waitin’ on a sunny day”.
VARI: Vaya hombre…
DAVOR: En serio. Es mi canción favorita de Springsteen.
VARI: Qué bien…
DAVOR: Bueno, en realidad no es mi favorita, es la favorita de Álex, o lo era al menos cuando tenía dos años, ahora no sé cómo… no sé cómo… qué… si escuchará aún Springsteen… ¿Cuántos años tendrá?… no sé sí… (llora)
Pausa. Dejan de buscar la linterna.
VARI: Davor… (Pausa. Se oye el leve llanto de Davor que evidentemente trata de contenerse) Davor, escúchame. Vamos a salir de aquí. Te lo prometo. Volverás a ver a Álex y a Marina. Volverás a casa. Volveremos a casa. Te lo prometo. Hemos pasado mucho…todo este tiempo… no vamos a fallar ahora… Te lo prometo. (Pausa). Te voy a contar algo. No necesito linterna para encontrar la señal. Mi abuelo era invidente. De pequeños, mis hermanos y yo jugábamos a llevar al abuelo por la calle con los ojos cerrados… Jugábamos a hacernos el ciego. El abuelo ponía su mano en mi hombro y yo llevaba su bastón guía. Entonces cerraba los ojos y así hacíamos los recados que mi madre nos mandaba. La verdad es que soy bastante bueno en la oscuridad… (Pausa) Saldremos de esta, volverás a ver a Álex. Te lo prometo.
De repente se oyen voces a lo lejos. Voces en alto, nerviosas, alteradas.
DAVOR: Son ellos. Esa es la voz del “Ganso” .
VARI: Tranquilo.
DAVOR: Estamos perdidos.
VARI: Están lejos aún.
DAVOR: Sabía que nos descubrirían.
VARI: No nos descubrirán.
DAVOR: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el … cielo…
VARI: ¿Estás rezando?
DAVOR: No sé cómo sigue.
VARI: No sabía que fueras creyente.
DAVOR: No lo soy… no lo era… no sé… ¿Cómo sigue?
VARI: Sigue… Sigue…
Se acercan pasos. Las voces van en aumento.
DAVOR: ¿Cómo sigue?
VARI: EL… pan nuestro de… cada día… Silencio. Túmbate y cállate.
Las voces son ahora muy nítidas y cercanas. Están a pocos metros. De repente se ven luces de linterna sin fijar el foco en ninguna parte. Una de las voces lanza lo que parece una queja. No les entendemos porque hablan en árabe. Parece que el que lanzó el quejido está abroncando a los otros… Los demás se ríen. De repente, Las luces se alejan y los pasos y las voces también, mientras parece que siguen discutiendo y riendo, hasta que se pierden en la oscuridad.
DAVOR: Mas líbranos de todo mal…
Pausa.
VARI: Amén.
Pausa.
DAVOR: Al menos me acuerdo del final…
VARI: ¿Qué… qué es… a qué huele?
DAVOR: Lo siento (vuelve a llorar) no pude… no pude contenerme… lo siento…
VARI: Joder…
DAVOR: (Llorando) Lo siento…
VARI: No pasa nada. Eres… somos humanos…
DAVOR: (Llorando) Perdóname…
VARI: No tengo nada de qué perdonarte. Vamos, tranquilo, se han ido. Nos dejarán tranquilos un buen rato. Trata de limpiarte en la medida que puedas…
DAVOR: (Llorando) Lo siento…
VARI: Empieza a reír.
DAVOR: ¿Qué pasa?, ¿Qué te hace tanta gracia, Vari?
VARI: (Riendo) Olieron a mierda y prefirieron no detenerse.
Pausa. Vari sigue riendo, tratando de contenerse. Davor se le une a la risa, más por nerviosismo que por la gracia que le pueda producir la situación.
DAVOR: ¿Qué… de qué te…?
VARI: (Riendo) Esos cabrones… olieron tu… olieron y… pensaron que uno de ellos se había ido de vareta y por eso discutían…
DAVOR: ¿En serio?
VARI: (Riendo) Pude entender que uno le decía al Ganso que era un cerdo…
DAVOR: (Riendo) No puedo creerlo…
VARI: (Riendo) Tu incontinencia nos salvó la cabeza… Cuando vuelvas a tu periódico, escríbelo en una crónica. Si no lo haces tú, te advierto que lo haré yo…
DAVOR: ¡Eh!
VARI: ¿Qué?
DAVOR: Tío, la linterna… Estaba aquí, acabo de pisarla…
VARI: ¡Perfecto! Davor , quiero… Pásamela.
Davor le pasa la linterna a Vari. La enciende. Enfoca hacia el norte, vira un poco a la izquierda. Vuelve al norte y después a la derecha.
VARI: ¡Bingo!, ¡La señal!
VARI: Apaga la luz.
DAVOR: ¿Estamos salvados?
VARI: Joder, qué equivocado que estaba, Me había desorientado por completo…
DAVOR:. ¿Estamos salvados?
VARI: Si llegamos al final de ese túnel, según Johnny, sí. Ahí están los nuestros. Vamos, despacio y sin hacer ruido. Sígueme.
DAVOR: ¿Cómo tu abuelo?
VARI: (Ríe) Sí, eso es, pon tu mano en mi hombro y no hagas ruido. La oscuridad es mi terreno. (Empiezan a marchar despacio).
DAVOR: Con esta orientación que tienes no acabaríais ningún recado de los que os mandara vuestra madre…
Pausa. Davor susurra la segunda estrofa de “Waitin’ on a sunny day”.
DAVOR: Ya la tengo
VARI: ¿Quieres dejar de cantar, aún no estamos a salvo?
DAVOR: Es la segunda estrofa de “Waitin’ on a sunny day”. Me he pasado todo el día dándole vueltas…
VARI: Pues muy bien. Ahora cállate.
De repente las voces de los captores vuelven a sonar con fuerza no muy lejos. Luces de linterna van de un lado a otro y empiezan a sonar disparos.
Este texto hasta el final es en voz alta.
VARI: ¡Corre, Davor! ¡Corre!
DAVOR: ¡Nos han descubierto!
VARI: ¡Corre, si alcanzamos el final del túnel estamos salvados! ¡Corre!
DAVOR: ¿Vamos bien?
VARI: ¡Sí, corre!
DAVOR: ¡Ya no puedo más!
VARI: ¡Piensa en Álex, piensa en Álex! ¡Piensa en tu casa!
DAVOR: (Gritando) ¡Álex!
Ruido de disparos.
Silencio.
Escena II
Tres días más tarde. Sonido de una puerta que se abre. La escena transcurre envuelta en la oscuridad únicamente manchada por la tenue luz de la luna que se cuela por un ventana para presentarnos una habitación con una pequeña cama donde duerme un niño.
MARINA: Mírale pero no lo vayas a despertar. Le ha costado mucho dormirse. Está muy nervioso desde que le dije que llegabas hoy.
DAVOR: En la oscuridad se acerca al niño que está durmiendo.
DAVOR: Por favor… está enorme para tener cinco años.
MARINA: Shhhh, no lo vayas a despertar. (Pausa) Sí, sí que está mayor.
DAVOR: Pensaba que no se acordaría de mí.
MARINA: Claro que se acuerda. A su manera se acuerda. Tal vez no se acuerde de todo porque era muy pequeño cuando te fuiste pero te ha tenido presente todos los días desde entonces.
Pausa.
DAVOR: Si no llega a ser por vuestro recuerdo… (Davor tiene un amago de llanto)
MARINA: No pienses ahora en eso.
DAVOR: Si no llega a ser por vuestro recuerdo me habría vuelto loco…
MARINA: Ya estás aquí.
DAVOR: No siento odio.
MARINA: Mejor.
DAVOR: Sólo felicidad de volver a veros.
Pausa.
MARINA: Y yo de que estés aquí otra vez.
DAVOR: Todo se lo debo a Vari.
MARINA: Seguro que fue una gran persona.
DAVOR: El mejor y un gran periodista. El mejor, sí. Si no llega a ser por él no habría salido con vida. Te diré algo que… tal vez sea raro, pero aquella noche recé. Llegué a creer en Dios… y recé… lo que pude, lo que aprendí de pequeño en la escuela. Hasta que los disparos alcanzaron a Vari… Dios no existe. No hay justicia en este mundo. Si existiera Dios, Vari estaría aquí…
MARINA: Amor, vamos a la cama. Necesitas descansar y mañana Álex se levantará muy pronto para darte un abrazo.
DAVOR: Vamos.
Salen de la habitación. Se oye el ruido de las bisagras de la puerta y cómo ésta se cierra. Entonces, al cerrase la puerta, se oye la voz de Álex cantando la segunda estrofa de “Waitin’ on a sunny day”.
Final