Raúl Pérez presenta Raulidad Virtual: actualidad con mucha guasa

Desde 2 de noviembre en el Teatro Arlequín de Madrid

Raulidad virtual. Raúl Pérez
Raulidad virtual es el segundo espectáculo unipersonal de Raúl Pérez. Estreno 2 de noviembre en el Teatro Arlequín de Madrid.

Crítica de Raulidad Virtual.
Teatro Arlequín de Madrid.

Idea original: Raúl Pérez y Andreu Buenafuente
Autores: Raúl Pérez,  Javier Durán, David Martos y JJ Vaquero

Intérprete: Raúl Pérez
Dirección: Raúl Pérez
Producción: El Terrat

Una crítica de Susana Inés Pérez

 

Raulidad virtual, el segundo espectáculo unipersonal de Raúl Pérez, se estrenó el pasado 2 de noviembre en el Teatro Arlequín de Madrid. Basado en una idea original del propio imitador y Andreu Buenafuente y producido por El Terrat, el show de casi hora y media de duración analiza con lupa y mucho humor la actualidad y sus protagonistas, al más puro estilo de Carlos Latre y El Club de la Comedia.

Sesiones y horarios para ver este espectáculo

Tras un vídeo de presentación de Andreu Buenafuente, Pérez aparece en escena y saluda a los espectadores marcando el tono y contenidos de la función. El imitador nos propone utilizar las gafas de raulidad virtual para ver y describir la realidad sin filtros, a través de varias categorías. “Como Chicote”, apostilla. Para ello, despliega todas sus armas y adopta la voz y maneras de personajes públicos variopintos. Desde el Rey Felipe VI hasta la cantante Amaia Montero. Pasando por periodistas, locutores de radio, políticos y presentadores. Asimismo, crea situaciones inesperadas reuniendo a personajes que han sido imitados hasta la saciedad en una misma escena. En este sentido, destaca la escena de un telediario presentado conjuntamente por los periodistas Matías Prats y Pedro Piqueras.

Aunque Pérez está solo sobre el escenario, dialoga constantemente con las escenas o imágenes que se proyectan en la pantalla central. A veces, aparece él mismo caracterizado junto a la persona que imita. Así sucede con el humorista Luis Piedrahita. Por otro lado, utiliza constantemente la música en sus sketches. Principalmente para crear coreografías desternillantes y surrealistas con personajes a los que nunca habríamos imaginado bailando, como sucede con el momento vodevil del político Pablo Echenique.

Raulidad virtual. Raúl Pérez

El imitador también se atreve a elaborar un ingenioso discurso con los títulos de las series más populares. A imaginar una batalla de rap en la que el Rey es el participante protagonista. Y a cambiar la letra de éxitos de ahora y de siempre para expresar los problemas que nos encontramos en redes sociales, internet y las nuevas tecnologías en general en una sesión de karaoke particular. Pérez aprovechará la imitación del presentador Iker Jiménez para analizar los comportamientos ridículos y extraños del ser humano en redes sociales, a las que compara con la ciencia ficción. Además, la imitación recurrente del político Miguel Ángel Revilla le servirá para quejarse del incorrecto funcionamiento de la página web de Renfe y se convertirá en el nexo principal entre sketches o categorías.

A medida que la función llega a su fin, Pérez expone gradualmente su visión sobre temas candentes y controvertidos en la actualidad, que afectan directamente al espectador; por ejemplo, la batalla entre los taxistas y los conductores de Uber. El imitador se arriesga cada vez más con sus chistes con la intención de probar a espectador. “¿Alguien se ha ido?”, repite tras sketches que podrían resultar incómodos o de mal gusto. El espectáculo se cierra con la categoría de “ofendiditos”. Consiste en la proyección de personajes públicos con música sentimental. Y culmina con una reflexión personal y reivindicativa sobre los límites del humor.

Raulidad virtual es un espectáculo entretenido. Con una estructura bien definida. Raúl Pérez luce sus habilidades y plantea preguntas clave sobre el oficio de humorista y los comportamientos de la sociedad actual, complementando a la perfección elementos tecnológicos y escenográficos. El espectador sabe lo que va a ver: un monólogo de corte televisivo. Donde el imitador rinde homenaje a sus padrinos, especialmente a Andreu Buenafuente. Y también al medio que le dio una oportunidad en programas como Leit Motiv, Homo Zapping o Tu cara me suena. Se trata de un ejercicio de un cierto compromiso. Repleto de ironía, crítica social y juegos de palabras. Una combinación acertada de humor ácido y sagaz, liviano y superficial.

El espectáculo podrá verse viernes y sábados a las 22:00 horas. Hasta el 30 de noviembre en el Teatro Arlequín Gran Vía (San Bernardo, 5.  Madrid).

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