Desde que el teatro comenzó a ser representado ha existido una persona que trabaja duramente por el espectáculo y siempre se mantiene a la sombra. En la antigüedad existía la figura del apuntador, todos los conocemos por las películas, que se escondía debajo de una concha en el proscenio e iba apuntando el texto a los actores en caso de que estos lo olvidaran. Hoy en dia esta puesto no existe pero ha evolucionado a la figura del regidor y abarcando muchas más funciones.
El regidor es el encargado de la sincronización del espectáculo, coordinación entre los diferentes departamentos y supervisor del trabajo de cada departamento técnico y artístico. Lo podríamos comparar con un controlador aéreo, ya que es la persona que define cuando comenzamos, todos los motores comienzan a funcionar y se produce el despegue.
Desde los grandes musicales ha sido importada la figura del regidor de calling.
Este regidor se encarga de llevar la partitura durante toda la representación y desde su central de control, dar las indicaciones a cada departamento. Esta persona puede llegar hasta tener 450 indicaciones que dar cada función, pues detalla cada efecto de luz, sonido y movimiento escenográfico, todo desde una perfecta sincronización musical con el director de orquesta.
El puesto de control del regidor está situado en un hombro del escenario, desde donde puede tener perspectiva de la pantalla o del hombro escénico. Para indicar la ejecución de cualquier acción se utiliza la palabra "GO", pues es claro y conciso. El guión que sigue el regidor es llamado biblia, y contiene toda la información necesaria para ejecutar la función. Detalla cada elemento y en que preciso momento es usado o movimiento ejecutado.
Desde mi propia experiencia como regidora jefe de varios espectáculos, os aseguro que este puesto es tan apasionante como ser la estrella del espectáculo, pues sabes que mucha gente depende de ti, está pendiente de ti y el peso de la obra es depositado en ti.
Así que solo puedo decir tres, dos, uno, GO !!!