Ya no se regalan libros

Luis Zueco

Me acabo de leer el Barómetro de diciembre del CIS –sí, yo soy así de raro-. En la primera pregunta piden a los encuestados que la califiquen cómo es la situación económica de España a su entender, os adelanto que el 82% responden que mala o muy mala, lo cual me parece lógico.

Después hay preguntas típicas sobre política, por ejemplo una sobre cuál creemos que es el principal problema de nuestro país y otras igual de recurrentes. Vamos, lo típico en estas encuestas. Pero al llegar a la nº 13, el tema cambia y empiezan a preguntar sobre lectura.

Sí, no pongan esa cara. Para que vean que leer el CIS tiene sus cosas interesantes. Hay como casi veinte preguntas relacionadas con la lectura, lo cual no está nada mal.
Por supuesto, los resultados que se extraen de ellas no son alentadores. En España se lee poco, no hace falta una encuesta del CIS para saber eso y no les voy a cansar con datos sobre ello. Sin embargo, a mí ha habido un resultado que me ha sorprendido y quiero compartirlo, es el siguiente: A seis de cada diez españoles no le han regalado ningún libro en los últimos 12 meses.

Voy a explicar mi sorpresa, como he dicho antes, que somos un país con un índice de lectura muy bajo no es un secreto (El 35% de los españoles no lee “nunca o casi nunca”), pero aún así, hasta ahora siempre se habían regalado muchos libros. De hecho, el libro era siempre una solución muy socorrida cuando no sabías con que obsequiar a alguien para su cumpleaños, la comunión de un niño, Navidad o fechas así. Es cierto que muchos de esos libros nunca eran leídos, terminaban inmóviles en estanterías como si fueran parte de la decoración del salón. Pero al menos, siempre había la esperanza o la ilusión de que un buen día, una de esas tardes aburridas que no sabes que hacer, alguien cogiera ese libro regalado, abriera sus páginas y descubriera lo maravilloso que es leer.

Ahora no, porque los libros ya ni siquiera se regalan.

Tengo una amiga que al cambiarse de domicilio, para inaugurar su nueva casa hizo una fiesta de libros. La idea consistía en que para asistir al evento, había que ir con un libro como regalo. Valía cualquier título, nuevo, usado, en español en ingles, la temática daba igual. Por supuesto, la fiesta fue un éxito y mi amiga llenó de un plumazo la librería de su nueva casa –una chica muy lista.

Pero yo me pregunto: ¿por qué ya ni siquiera regalamos libros como antes? ¿Qué nos está pasando con ellos?

Recibir un libro como regalo siempre me ha gustado, el título elegido decía mucho de la persona que te lo obsequiaba y de qué pensaba ella sobre ti. Porque escoger una publicación entre el ingente cantidad de libros que se editan es una labor realmente complicada. Porque leerse, se lee poco. Pero publicar, se publica más que nunca. Cosas curiosas que pasan en un país como el nuestro, que les voy a contar yo.

Yo he decidido, que a pesar de que no esté de moda, voy a seguir regalando libros. Y quizá, quién sabe, también me sigan regalando también a mí. Y pensando sobre todo esto, he recordado el último libro que regalé y a quién lo hice, y me he reafirmado en mi idea de lo bonito que es regalar un libro.

¿Cuál es el último libro que han regalado ustedes? ¿Y el que les han regalado? ¿Algún libro sobre teatro, quizá?.

Y para aquellos que se animen, lean de vez en cuando la encuesta del CIS, así ya no seré el único raro. Os aseguro que hay datos muy curiosos.
 

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